“¿Qué les queda por pro­bar a los jóvenes en este mundo de pacien­cia y asco?

¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escep­ti­cismo?
tam­bién les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recu­perar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memo­ria
situ­arse en una his­to­ria que es la suya
no con­ver­tirse en viejos pre­maturos

¿qué les queda por pro­bar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿bar­ras bravas?
les queda res­pi­rar /​abrir los ojos
des­cubrir las raíces del hor­ror
inven­tar paz así sea a pon­c­ha­zos
enten­derse con la nat­u­raleza
y con la llu­via y los relám­pa­gos
y con el sen­timiento y con la muerte
esa loca de atar y desa­tar

¿qué les queda por pro­bar a los jóvenes
en este mundo de con­sumo y humo?
¿vér­tigo? ¿asaltos? ¿dis­cote­cas?
tam­bién les queda dis­cu­tir con dios
tanto si existe como si no existe
ten­der manos que ayu­dan /​abrir puer­tas
entre el corazón pro­pio y el ajeno /​
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granu­jas del presente.”

Mario Benedetti